La naturaleza aprende a transformarse a través del juego, de mantener vivo el niño interior. Es la comprensión del todo para realizar el acto de TRANSFORMAR lo creado.
Simplemente juega, nos regala sus colores, sus matices, su inocencia. Se muestra tal y como ES, vulnerable y poderosa.
Es la magia en sí misma y nosotros ..... con ella. No hay separación.
© Rodrigo Nieto García
Fotos tomadas el 14/05/2013: MONO COSMICO AZUL